21 de octubre de 2025

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Al dólar ya no hay ni swap que le venga bien

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Las señales de respaldo del gobierno de Donald Trump a Javier MIlei y su plan económico ya no sirven para generar tranquillidad y confianza en las autoridades locales, ni siquiera por un rato. El acuerdo del swap de monedas, que representaría un crédito abierto del Tesoro de EE.UU. en favor del Banco Central argentino por 20 mil millones de dólares, fue premeditadamente anunciado 40 minutos antes de que abriera el mercado de Buenos Aires, pero no tuvo el impacto psicológico esperado. Subió el dólar y cayeron los bonos, lo cual revela que sigue pesando la sensación de debilidad del gobierno aunque tenga a Scott Bessent de «padrino». «Los argentinos se están muriendo», dijo Trump a periodistas de su país creyendo justificar así un salvataje a Argentina que genera mucho rechazo en su propio país. ¿Se referirá a las consecuencias de los dos años de gobierno de Milei?

La última semana previa a las elecciones legislativas arrancó viendo quemarse uno de los últimos cartuchos que le quedaban al gobierno para afrontar la coyuntura. Crece la sensación que ni el plan económico ni el sistema de bandas cambiarias durarán mucho más del 26 de octubre si el resultado no es favorable al gobierno.

Según la consultora Equilibra, «a diferencia del swap con China, éste no impactará sobre las reservas brutas en tanto no se active. Si se llegara activar algún tramo, ese monto entraría como reservas líquidas del BCRA». 

El derrumbe de los bonos de la deuda argentina recién cedieron a última hora, ante un anuncio del secretario de Finanzas, Pablo Quirno, acerca de que habían comenzado las tratativas «para llevar adelante una operación de recompra de deuda soberana». «Para su reestructuración, se ha designado a JP Morgan como el banco que nos asistirá en este proceso», informó Quirno a través de la red social X. Las caídas hasta entonces del 2 o 3 por ciento de los bonos, se revirtieron en subas en promedio del 2 por ciento. Tampoco había mucha convicción de que la operación prometida se lleve a la práctica. 

Se trata de una recompra de bonos que seguramente será aprovechada por los fondos especulativos que buscan salir del país liquidando sus títulos de la deuda argentina. Es la misma operación de la que, días atrás, se lo acusaba al secretario de Finanzas de Estados Unidos, cuando se señalaba que buscaba «ganar tiempo» para facilitar la salida de «sus amigos», entre ellos se mencionada a Rob Citrone. El propio Paul Krugman, premio nobel de Economía, se sumó a esa denuncia publicando un artículo al respecto apenas un par de semanas atrás.

MIentras Javier Milei prepara un nuevo viaje a Estados Unidos, esta vez para participar en Miami de un encuentro con políticos, financistas y figuras del deporte (America Business Forum, el 5 y 6 de noviembre), donde coincidirá con Donald Trump, la cadena norteamericana volvió a ocuparse del presidente argentino este fin de semana, pero destacando su figura grotesca. «Artista frustrado, Wolverine de bajo presupuesto, Dictador», son algunos de los términos en los que se lo calificó en la audición.

Por su parte, Donald Trump tuvo el domingo por la noche expresiones respecto del apoyo que su país le está prestando a la Argentina realmente sorprendentes. Ante una periodista de su país, que hizo referencia a la ayuda financiera que tanto disgusto está provocando en los sectores agrícolas de Estados Unidos, le preguntó al presidente si tenía algún mensaje para los agricultores. 

Trump le respondió: «Argentina está luchando por su vida, señorita. Usted no sabe nada al respecto. Están luchando para sobrevivir, no estamos beneficiando a ellos más que a los agricultores, ¿entiende lo que eso significa? No tienen dinero, están luchando con todas sus fuerzas para sobrevivir».

MIentras los dólares trepaban, y acciones y bonos caían en las horas posteriores al comunicado unilateral del Banco Central –curiosamente, se trató de un acuerdo bilateral entre gobiernos comunicado por una sola de las partes– , el presidente Milei hizo algunos comentarios respecto del swap pero sin dar precisiones sobre su edfecto real.

Por ejemplo, no está claro si hay fechas poara su activación y si los montos aprobados se incorporarán a las reservas internacionales del Banco Central, como ocurría con los yuanes del swap chino.

“La estructuración de un swap es un intercambio de monedas. Es decir, nosotros tenemos un crédito por US$ 20.000 millones de dólares y ellos tienen crédito en pesos por el equivalente a US$ 20.000 millones de dólares. Solamente se ejecuta cuando usted lo necesita”, apuntó el jefe de Estado.

“En caso de que no podamos salir al mercado de capitales porque el riesgo país sigue siendo muy alto, haremos los pagos del 2026 utilizando la línea de swap, y eso sería tomar deuda para pagar deuda”, anticipó Milei. “Ese es el fin que tiene: es para darle seguridad a aquellos que han invertido en Argentina, para que baje el riesgo país, para que baje la tasa de interés y para que los argentinos puedan tener acceso al crédito”, añadió el presidente.

Se explica la reacción negativa del mercado. El swap no incorporó dólares a las arcas del Banco Central, con lo cual no sirven ni siquiera simbólicamente (ensanchando las espaldas de la autoridad monetaria) para frenar el impulso dolarizador deempresas, financistas y público en general.

Con el salto de este lunes, el dólar mayorista trepó a 1475 pesos, a tan sólo 15,57 pesos del límite superior de la banda de flotación cambiaria (1490,57 pesos). Si el mayorista subiera por encima de ese valor (sólo lo separa un aumento del 1,1 por ciento), obligaría al Banco Central a salir a vender reservas para anclar el precio del dólar. 

Se presume que le quedan no más de 1500 millones de dólares disponibles, los cuales podrían dciluirse en pocos días, menos de una semana. Los dólares no están –ni estarían– activados para ese fin. En cambio, fuentes segiutas no descartan que la intención de Bessent siga interviniendo en el MULC (mercado mayorista local) vendiendo dólares para defender, como lo hizo el 9 y el 15 de octubre (se presume que por una suma total de 340 millones de dólares). 

Es decir que, en la práctica, el Departamento del Tesoro asumió el rol que ya no desempeña el BCRA de Santiago Bausili para defender el esquema de bandas cambiarias. Un esquema al que no son pocos los que ya dan por liquidado.

 

 

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