El ministro de Economía Luis «Toto» Caputo presentó este lunes a Alejandro Lew como nuevo secretario de Finanzas, ocupando el lugar que dejó Pablo Quirno tras su designación como canciller. La llegada de Lew confirma la continuidad de un patrón que marca la actual gestión: funcionarios con experiencia internacional, fuertes vínculos con bancos privados y formación en la industria financiera global.
Lew no es un recién llegado al poder. Fue vicepresidente del Banco Central en los primeros meses del gobierno de Milei y antes manejó las finanzas de YPF durante la gestión de Alberto Fernández. También pasó por HSBC y JP Morgan, la oficina que se convirtió en semillero de buena parte del equipo económico actual.
Experiencia financiera vs. realidad local
Cuando Caputo presentó a Lew, destacó su “extensa trayectoria en bancos internacionales”. En Hacienda sonó a elogio, pero en la calle la frase pesa distinto; otro economista que conoce mejor Wall Street que los precios de los alimentos, los alquileres y los bolsillos de los trabajadores argentinos.
Su nombre ya había estado bajo la lupa en 2023, durante la crisis por la falta de combustible. Como CEO de YPF, Lew quedó señalado por el desabastecimiento que paralizó estaciones de servicio en todo el país días antes del balotaje. Desde el Gobierno lo responsabilizaron por su papel en la maniobra, lo que generó bronca social y sospechas sobre su impacto en el clima electoral. Tras los comicios, fue despedido.
El sello del JP Morgan en el equipo económico
Hoy Lew regresa al Palacio de Hacienda, de la mano de Caputo y con la misma conexión con JP Morgan que compartió con Quirno. Cambian los cargos, cambian los nombres, pero el libreto sigue siendo el mismo, el mercado manda y la política se ajusta.
Con Caputo, Lew y Quirno, el triángulo del poder económico queda consolidado con Wall Street como brújula y los funcionarios formados en bancos internacionales como ejecutores.

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