La Unión Agrícola Avellaneda (UAA) expresó su respaldo a la propuesta presentada por Molinos Agro y Louis Dreyfus Company (LDC) para la reestructuración de la agroexportadora Vicentin, al considerar que se trata de la alternativa “más beneficiosa” tanto para la empresa como para sus empleados y acreedores.
Hasta el 31 de octubre, los acreedores de Vicentin tendrán que pronunciarse a favor de algunas de las propuestas presentadas para darle continuidad a la empresa, pero en manos de la o las firmas titulares de la propuesta elegida, una vez que el juez del concurso, Fabian Lorenzini, la apruebe y homologue.
Este proceso se conoce con el nombre de «cram down«, y es la última instancia prevista por la ley para evitar la declaración de quiebra. Inicialmente, en julio de este año se presentaron cuatro competidores para disputar el cram down. El Grupo Grassi, al qe pertenece la empresa acreedora en el concurso Commodity SA; Bunge SA; el consorcio Molinos Agro-Louis Dreyfus Company (LDC) y la cooperativa Unión Agrícola de Avellaneda UAA).
Finalmente, sólo se presentaron dos ofertas: la del Grupo Grassi y la del consorcio de agroexportadoras Molinos Agro – LDC. Bunge desistió, aunque el Grupo Grassi asegura que, en caso de ganar, contará con su apoyo logístico y comercial. Mientras que la UAA tampoco presentó oferta pero hizo público su respaldo a la oferta del consorcio Molinos-LDC.
El requisito para adjudicarse el control de Vicentin es que la propuesta reciba el respaldo de la mitad más uno de los acreedores, que representen no menos de dos tercios de la deuda concursal, que asciende a unos 1300 millones de dólares. Entre impugnaciones cruzadas y campañas para conquistar el respaldo de pequeños y medianos acreedores, la UAA, con 1700 asociados, se declaró en favor de la propuesta que consideran «respeta los derechos de cobro de los acreedores» en mayor medida que su rival.

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