23 de octubre de 2025

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El gabinete se desmorona antes de las elecciones

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El gabinete de Milei no llegó vivo a las elecciones del domingo. Las internas estallaron antes de tiempo y detonaron el mentado relanzamiento de la gestión que el Presidente tenía previsto para la etapa –plagada de incertidumbre– que se abre a partir de la semana próxima. La renuncia del canciller Gerardo Werthein fue crónica de una muerte anunciada y se dio en el medio de un clima de fuertes tensiones en La Libertad Avanza.

El día anterior a que se haga pública su dimisión, en la Casa Rosada todos sabían que él ya estaba de salida. El viernes de la semana pasada hubo una reunión en la Quinta de Olivos en la que el ministro de Relaciones Exteriores le anunció al Presidente que se iría y Milei le aceptó la renuncia a regañadientes. Su salida se enmarca en una fuerte rencilla interna donde no faltan los sillazos: las principales líneas internas no paran de operarse y disputarse los casilleros que podrían liberarse. 

El futuro del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, pende de un hilo, y el asesor estrella Santiago Caputo saca a relucir sus contactos con la derecha republicana para escalar posiciones. También se anota en la pelea de los ascensos el ministro Desregulador, Federico Sturzenegger, que aspira al cargo que todavía ostenta Luis «Toto» Caputo al frente de Economía. Al combo habría que sumarle la vacante que deja Patricia Bullrich en Seguridad; el reemplazo en Justicia de Mariano Cúneo Libarona, cuya renuncia es prácticamente un hecho; y hasta la silla que podría dejar Martín Menem en la presidencia de la Cámara de Diputados, anhelada por Cristian Ritondo. 

Si bien el Canciller tenía una relación tensa y venía sosteniendo diversas discusiones con un vértice del triángulo de hierro, Santiago Caputo, el anuncio intempestivo a cuatro días de los comicios lo detonó una pelea de Werthein con la otra integrante de ese tridente: Karina Milei. El pacto del canciller con Mieli era que su eyección se concretaría el lunes, después de la elección, junto al anuncio de otros cambios en el gabinete que el propio mandatario se encargó de anunciar que haría, pero finalmente se precipitó antes de tiempo, desnudando las internas en la cima del poder. 

La danza de nombres

Por estas horas ya comenzó la danza de nombres. Están quienes sospechan que en reemplazo de Werthein puede ir el actual Jefe de Gabinete Guillermo Francos, o también el asesor estrella Santiago Caputo. También corrió el rumor de que el exdiputado del PRO, Federico Pinedo, estuvo reunido en Casa Rosada, pero por ahora no hay nada confirmado. 

Ese puesto no es el único que cambiará después del domingo. También deberán dejar sus cargos la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el ministro de Defensa Luis Petri, el vocero Manuel Adorni y posiblemente también abandone su cargo el titular de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Es una incógnita quiénes serán los reemplazos en cada caso y también si entre ellos habrá figuras del PRO como parte de otros acuerdos.

Lo cierto es que la noticia de la salida de Werthein causó sorpresa porque todos esperaban que sea el lunes. Si bien Werthein y Karina supieron ser aliados para el desembarco del primero en la Cancillería –en reemplazo de Diana Mondino–, al ministro le habría molestado, entre otras cosas, la intromisión de la hermana del Presidente en su cartera y también que ella funcionó durante todas las giras internacionales como una virtual Canciller. Se sentaba al lado de Donald Trump en las reuniones y la bronca y las molestias comenzaron a crecer entre ellos hasta que todo estalló. 

Por otra parte, Werthein venía teniendo problemas con Santiago Caputo que, sin tener un cargo formal, fue haciendo gestiones en el marco de sus contactos informales con Estados Unidos como por ejemplo, con el supuesto «asesor» de Trump, Barry Bennet, que lo visitó en reiteradas ocasiones en la Casa Rosada y otros vínculos relacionados con la CPAC. Y la «patrulla digital» que le responde al asesor sin cargo, después del último encuentro entre Milei y Trump, le echó la culpa de que el mandatario estadounidense «no sepa» que las elecciones que se aproximaban en la Argentina eran de medio término y no presidenciales. 

Daniel Parissini, alias «el Gordo Dan», fue uno de los que hizo pública la pelea entre el sector que lidera Santiago Caputo y el canciller cuando, después de la reunión con Trump, escribió en X: «Tal como avisamos en La Misa el otro día, Donald piensa que las elecciones argentinas que se avecinan son las presidenciales y no las «midterms». Pero bueno, si tan solo tuviésemos un canciller que en vez de andar llamándolo a Luis Juez para pedirle ‘perdón’ por las boludeces que dijo un gordo boludo en tuiter, escuchara lo que viene diciendo Donald Trump respecto del tema, o mejor, escuchara el resumen de lo que viene diciendo Donald Trump en La Misa, la cosa hubiese sido distinta”.

Desde la Casa Rosada, enojados por la filtración de la renuncia, también están molestos por una serie de designaciones (serían cerca de 80) que el Canciller firmó durante los últimos días antes de dejar su cargo. Ahora ingresarán en un proceso de revisión de cada una de ellas. Por otra parte, deberán terminar de definir quién será su reemplazo. En la actualidad no hay vicecanciller porque Eduardo Bustamante dejó su cargo en julio de este año. El segundo del ministro es Fernando Brun, que hace días estuvo en el centro de la agenda pública por viajar a una pequeña isla del caribe –La Isla San Cristóbal y Nieves– en primera clase e ir a un hotel cinco estrellas con fondos públicos.

Vacantes

Milei ya había anunciado que habría cambios en la gestión pos domingo, apostando a una suerte de relanzamiento del gobierno post elecciones, sea cual fuera el resultado. Pero mucho antes empezaron a salirse los tornillos. La salida de Mariano Cúneo Libarona es casi un hecho y suena como posible candidato Guillermo Montenegro, exjuez federal, intendente de General Pueyrredón y uno de los primeros integrantes del PRO. Aunque también el gobierno estaría evaluando que Justicia se fusione con Seguridad, así que el enroque no está tan claro. 

Pero las cartas más pesadas que están sobre la mesa son la propia cancillería y nada menos que la jefatura de Gabinete. Allí podría haber un enroque: suena con fuerza el ofrecimiento a Francos para que reemplace a Wherthein y deje vacante su silla en favor de Santiago Caputo. Sería una forma de no romper con el hombre de Eduardo Eurnekian en el gabinete y de ascender al asesor estrella. 

Otro nombre que habría que anotar en esa disputa es Diego Santilli, quien no tendría problemas en hacer testimonial su candidatura para asumir en la vacante que dejaría Lisandro Catalán en el flamante Ministerio de Interior. Catalán es un delfín de Francos y ambos saldrían en el mismo movimiento. 

También en las huestes del macrismo se anota Cristian Ritondo, que aspira a relevar de su cargo a Martín Menem, de relación muy desgastada con la oposición y que, de sellarse un acuerdo entre Macri y Milei, podría ser sacrificado. 

Mientras tanto, Sturzenegger hace lo imposible por ocupar la silla de «Toto» Caputo. Habrá que ver qué deciden finalmente Milei y su hermana Karina. 

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