La izquierda francesa, incluido el Partido Socialista, amenazó con una moción de censura al nuevo primer ministro, Sébastian Lecornu, después de que en una entrevista revelara el jueves los primeros anuncios sobre el presupuesto para 2026, que apuestan por recortes presupuestarios y rechazan los impuestos a los ricos que estos partidos exigían.
El líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon llamó enseguida a través de redes sociales a presentar una nueva moción de censura, apenas dos semanas después del nombramiento de Lecornu, después de que su antecesor, el centrista François Bayrou, cayera por una moción de confianza.
El líder socialista, Oliver Faure, aseguró posteriormente que están dispuestos a votar en favor de esa moción de censura porque las declaraciones del primer ministro «no incluyen ningún esfuerzo» de los exigidos por su partido. «Si hoy nos preguntan si apoyaremos la moción de censura, la apoyaremos», aseguró Faure, visiblemente molesto, en la televisión TF1.
Para apoyar el presupuesto de 2026, los socialistas pedían aumentar los impuestos a los más ricos y el primer ministro descartó en un entrevista al diario Le Parisien rescatar el Impuesto sobre la Fortuna, suspendido por Emmanuel Macron a su llegada al Elíseo en 2017, o la llamada ‘tasa Zucman’ sobre los bienes de los más ricos. En su lugar, propone introducir mayor justicia fiscal con una reforma de los impuestos, que no precisa.
El jefe del Gobierno recibirá a los representantes de los grupos parlamentarios el próximo viernes para hacer avanzar el presupuesto para 2026, que tiene que ser aprobado posteriormente por un Parlamento en el que no tiene mayoría.
Antes, Lecornu aseguró que tiene previsto nombrar a su nuevo Ejecutivo, puesto que el actual está en funciones desde la dimisión de Bayrou. Lecornu dijo que nombrará su gobierno a comienzos de octubre.
«El gobierno será nombrado antes del inicio de los trabajos parlamentarios. Deseo seguir trabajando en el proyecto de presupuesto. Los ministros que quieran ingresar al gobierno tendrán que respaldarlo», señaló.
Lecornu todavía no ha elegido un gobierno, tras su nombramiento hace dos semanas, en un clima de tensión por las protestas en contra de los recortes. La sesión parlamentaria ordinaria debe comenzar el miércoles 1 de octubre con la renovación de los puestos claves de la Asamblea Nacional, la Cámara baja del Parlamento, en vísperas de una nueva jornada de manifestaciones antigubernamentales convocadas por los sindicatos.
El primer ministro se marcó como objetivo que el déficit público sea del 4,7% del PIB para 2026 para lograr un 3% en 2029. Pero para lograrlo, rechazó dos proposiciones de la izquierda y una parte de quienes pertenecen a la mayoría relativa que apoya al gobierno: la reinstauración del impuesto a las grandes fortunas y la llamada «tasa Zucman» para los grandes patrimonios.
Otra petición de parte de la izquierda, la suspensión de la reforma en vigor que subió la edad de la jubilación, tampoco parece estar en liza y Lecornu dijo que esta opción «no solucionaría ninguno de los problemas».
Lecornu fue nombrado el 8 de septiembre tras la renuncia de su antecesor François Bayrou, quien no obtuvo la confianza del Parlamento para su proyecto de presupuesto que preveía recortes por 44.000 millones de euros (51.900 millones de dólares) y la supresión de dos días feriados. El gobierno de Francia, bajo presión, busca reducir el déficit (5,8% del PIB en 2024) y la deuda pública (114%).
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