El índice de precios al consumidor de la Ciudad de Buenos Aires registró en octubre un aumento de 2,2 por ciento, impulsado principalmente por alimentos, transporte, salud y los gastos vinculados a la vivienda, según informó el Instituto de Estadística y Censos porteño. Con este resultado, la inflación acumulada en los primeros diez meses del año alcanzó el 25,3 por ciento y, en la comparación interanual, el incremento fue de 33,6 por ciento.
La suba de octubre fue similar a la de septiembre, sin poder retomar la tendencia descendente que busca el gobierno nacional. El dato también refleja que la reciente suba del tipo de cambio tuvo efecto sobre los precios, aunque acotado por el freno en la actividad económica.
La variación mensual del 2,2 por ciento se explicó fundamentalmente por los aumentos registrados en cinco divisiones clave: Vivienda, agua, electricidad, gas y combustibles; Alimentos y bebidas no alcohólicas; Restaurantes y hoteles; Transporte; y Salud. En conjunto, estas categorías aportaron casi dos tercios del alza total del nivel general.
La división con mayor incidencia fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que subió 2,0 por ciento y explicó 0,40 puntos de la variación total. El incremento respondió a las actualizaciones en los valores de los alquileres, con un alza de 2,2 por ciento, y en los gastos comunes de los edificios.
Le siguió en importancia Alimentos y bebidas no alcohólicas, con un aumento mensual de 2,1 por ciento. Dentro de esta categoría, se destacaron las subas en frutas, que treparon 8,6 por ciento, pan y cereales con 2,7 por ciento y carnes con 1,7 por ciento. Estos movimientos continuaron ejerciendo presión sobre el presupuesto de los hogares porteños. En tanto, los gastos en salud aumentaron 2,0 por ciento, impulsados por las cuotas de la medicina prepaga.

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