25 de octubre de 2025

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Un GPS intraquirúrgico con visión de rayos X diseñado en el ITBA por dos jóvenes ingenieros de 24 y 25 años que revolucionará las herramientas de los neurocirujanos. Un sistema de aerocámaras elaborado en la Universidad Nacional del Sur, de Bahía Blanca, que mejorará el suministro de fármacos a pacientes con asma o EPOC. Son dos desarrollos que mejoran sustancialmente la calidad de vida de las personas y fueron ganadores de la tercera edición del Concurso Nacional de Tesis de Ingeniería de INVAP, el certamen que destaca los proyectos con investigación aplicada en el universo de la ingeniería. A este concurso nacional que refleja la potencia transformadora de la tecnología aplicaron 162 tesis de 16 provincias, con la participación de 47 instituciones públicas y privadas que representaron 35 carreras distintas.

Una startup para neurocirujanos

Luciano Mannelli (25) y Tiago Sarthou (24) son bioingenieros, flamantes ganadores del primer premio del concurso de Invap en la Categoría Grado por la tesis Proyección en realidad aumentada de tumores cerebrales para la planificación quirúrgica.

Cursaron juntos la carrera de Bioingeniería del ITBA (Instituto Tecnológico de Buenos Aires) y hoy tienen un desafío por delante: impulsar la startup Navian, una herramienta que logra “darle visión de rayos X” a los cirujanos gracias a una plataforma que combina realidad aumentada e inteligencia artificial aplicada a la salud.

El desarrollo realizado junto a Pablo Salmon es pionero en la medicina del país. Ya les valió un contrato de investigación en el Instituto Fleni, rondas de financiamiento en Estados Unidos para escalar el desarrollo y un 86 por ciento de éxito comprobado en 20 operaciones en quirófano en las que participaron.

El aporte de Navian es crucial: “Reconstruye en 3D las estructuras anatómicas internas del paciente, como el cerebro, tumores y venas, para proyectar estas estructuras con realidad aumentada directamente sobre su cabeza”, explica Sarthou.

El impacto de la aplicación es clave para reemplazar los actuales neuronavegadores, cuyo costo supera el millón de dólares. El problema que resuelve Navian, en tanto, es evitar que el médico alterne la visión entre la pantalla y el paciente. «La app se opera desde un iPhone para ver las capas superpuestas de información de las estructuras internas”, destacan Mannelli y Sarthou. “A partir de la realidad aumentada permite mapear las imágenes de resonancia magnética como un GPS”, agregan.

Actualmente los neuronavegadores requieren de hardware dentro del quirófano y tecnología infrarroja que permita a las cámaras generar el marco estereotáxico. El desarrollo argentino permitirá reemplazar acciones manuales a través de la IA, configurar un avatar de la lesión, optimizar el tiempo de los profesionales y ahorrar más del 80 por ciento del costo del dispositivo. “Y lo más importante: llegar a todos los hospitales del país”, se entusiasman los flamantes ganadores del concurso de Invap. “Muchos hospitales de la región no cuentan con sistemas de navegación quirúrgica por el costo elevado. Con este desarrollo queremos reducir esa brecha tecnológica y ofrecer una herramienta accesible y eficaz para mejorar la seguridad de las intervenciones”, observa Mannelli.

Los jóvenes bioingenieros asisten regularmente a operaciones en el Fleni, bajo supervisión médica de Andrés Cervio, director del Departamento de Neurocirugía del Fleni y director de la tesis. Esta validación práctica, en tanto, se realiza bajo estricta confidencialidad.

“Los participantes del Concurso de Tesis Invap representan una nueva generación que entiende que es posible crear valor y soberanía para la Argentina y para el mundo. Y esto forma parte de nuestro propósito y nuestro adn”, señaló el ingeniero Darío Giussi, gerente general de Invap durante la premiación. “Gracias por seguir apostando a la ingeniería como herramienta para transformar la realidad. Sigamos construyendo un mundo mejor a través de la ingeniería y la creatividad”, subrayó Verónica Garea, gerenta de Relaciones Institucionales y presidenta de la Fundación Invap.

Aerocámaras para pacientes con asma o EPOC

La ganadora de la Tesis de Doctorado fue Yamila de Charras, de 33 años, del Doctorado en Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Sur (UNS), de Bahía Blanca. El trabajo pone el foco en mejorar el suministro de la medicación y cuenta con inspiración propia: “Tengo familiares y conocidos con EPOC, entonces veo el día a día de esta enfermedad”, señala Yamila de Charras. El desarrollo premiado es una aerocámara funcional que ofrece “una experiencia más sencilla para el usuario, mejora la calidad del aerosol y además, garantiza que el fármaco vaya directamente al pulmón y no deje mal gusto en la garganta ni genere problemas digestivos o efectos secundarios gastrointestinales”, explica, diploma en mano.

Además, destaca que “si no hubiera sido por la universidad pública no podría haber avanzado en mis estudios. Es muy importante destacar el nivel de excelencia de los institutos de investigación y ciencia aplicada. Somos una sociedad completa, un todo. En este sentido, la financiación es clave. Muchas veces no llegan los fondos para cubrir proyectos que ya están aprobados. Y esta situación complica a los laboratorios, porque los insumos son muy costosos. Se traen de afuera, como los equipos. Si los fondos llegan dos años después ese presupuesto ya no sirve”, advierte Yamila, mamá de Santino, de 2 años, que la acompañó a Bariloche, junto a su marido, a recibir el premio.

El trabajo se titula “Estudio de parámetros de diseño en aerocámaras para la administración de medicamentos inhalables”. Su beneficio, entre otros, es reducir la velocidad del aerosol, que permite disminuir el impacto y la deposición del medicamento en la orofaringe.

La tesis tuvo como directora a la doctora María Verónica Ramírez-Rigo y al doctor Diego Bertin en el rol de codirector, y es uno de los proyectos enmarcados en la Unidad de Desarrollo de Medicamentos y Tecnologías Biomédicas (Udemet), que creó recientemente la UNS.

Durante la premiación, la doctora en Ingeniería Química agradeció el apoyo de su familia: “Con un nene chiquito es clave el apoyo”, dijo. Desde 2019, además, Yamila es asistente de docencia en el Departamento de Ingeniería Química, y coordina las materias de Procesamiento de Alimentos y Trabajo Final de Carrera.

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