El debate electoral estuvo atravesado por el apoyo del Tesoro de los Estados Unidos, en forma de swap e intervenciones, por la sustentabilidad de la política cambiaria y por las decisiones monetarias para contener el valor de la divisa. Pero, sostienen muchos analistas, que estos temas poco importan para el común de la gente a la hora de ejercer el voto. «La gente vota según el bolsillo», se suele escuchar. Por eso, este artículo pretende describir cada uno de los principales aspectos de la economía cotidiana: salario, empleo, producción. ¿En qué nivel se encuentra el poder adquisitivo, y el consumo popular? ¿Qué pasa con el empleo y la producción? ¿La inflación está «domada» como sostuvo Milei? La respuesta a cada una de estas preguntas permitirá esta misma noche y con los resultados en mano, volver a validar o no la premisa planteada. Repasemos.
Inflación
La inflación logró ubicarse en torno al 2% pero, en este nivel, muestra una fuerte resistencia a la baja. El gobierno sostiene que la desaceleración responde a factores monetarios, aunque en la práctica utilizó anclas de otro diagnóstico (costos): salarios y el tipo de cambio.
El gobierno festejó, en los últimos dos meses, que la suba del tipo de cambio no pegó de lleno en los precios. La caída de las ventas, junto con un colchón de precios previo en productos derivados del trigo y el maíz —como carne vacuna, pollo y pan—, explica en gran medida esa desvinculación temporaria entre el dólar y los precios.
En paralelo, la decisión de no homologar aumentos paritarios superiores al 1% en el sector privado y menores al 1% en el público impidió cualquier recomposición del ingreso, haciendo que la caída del consumo se transformara en la principal herramienta oficial para moderar precios.
A esto se suma la continuidad de la política de anclas del gobierno, basada en el control de los aumentos de tarifas, medicamentos y prepagas, la contención salarial y un consumo que sigue sin repuntar. Esto último es importante: el acuerdo con el FMI plantea desregulación a partir de diciembre de 2025.
Una mención importante refiere a los ponderadores, hoy cuestionados hasta por el FMI, nuestros cálculos indican que las reestimaciones del IPC con la ENGHO 2017/2018 aplicadas desde la medición de diciembre 2023, la diferencia en la medición alcanzaría, aproximadamente, 10% de incremento adicional.
Poder adquisitivo y consumo
El poder de compra de los salarios sigue erosionándose. Considerando la evolución salarial del empleo registrado desde diciembre 2024, la caída suma real más de 2%. Sin embargo, ese resultado se obtiene deflactando por el IPC con ponderadores desactualizados. Si se ajustara por la Encuesta de Gastos de Hogares 2017/18, entonces el saldo, desde el inicio de la gestión Milei, sería otro: -10,2%. La serie mencionada, de todas formas, es la de mejor desempeño. Los salarios del sector público muestran una caída mucho peor, de 14% y 22% respectivamente. Este dato es un promedio de salarios públicos nacionales, provinciales y municipales. Si se considera sólo los nacionales, la caída es de más de un tercio del salario.
Las perspectivas hacia adelante no son mejores. Según el Observatorio Paritario de CEPA, y considerando, de manera conservadora, que la inflación podría moverse entre 2,0% y 2,1% (REM BCRA), los salarios volverían a perder: los acuerdos paritarios promedian 1,3% en octubre, 1,6% en noviembre y 1,0% en diciembre.
El deterioro del poder adquisitivo se refleja en el consumo. De acuerdo con la consultora Scentia, el consumo masivo cayó 3,7% en septiembre respecto de agosto. Las ventas en supermercados, autoservicios y farmacias retrocedieron en igual proporción, con bajas interanuales de 4,4% en los supermercados y desplomes más marcados en bebidas alcohólicas (-20,1%) y productos de limpieza (-6,6%). Solo el rubro desayuno y merienda logró una leve suba de 0,6%. En términos generales, el consumo durante la gestión de Milei se ubica 12,6% por debajo del promedio de 2023, consolidando un retroceso sostenido en la demanda interna.
Empleo y producción
Desde que Milei es presidente, la cantidad de trabajadores registrados en unidades productivas se redujo en 253.728 casos, considerando el sector público y privado (a julio 2025, último dato disponible). Este dato representa casi 420 trabajadores registrados menos por día.
El magro resultado se complementa con una sensible reducción de la cantidad de empleadores que, entre noviembre de 2023 y julio de 2025, se redujo en 18.032 empresas.
El frente productivo tampoco ofrece señales alentadoras. La combinación de salarios rezagados, consumo estancado, endeudamiento creciente y tarifas deja a la producción de bienes en un lugar condicionado. A esto se suma la apertura importadora: crecieron con fuerza las importaciones de bienes de consumo (45,7%), vehículos para pasajeros (68,6%) y bienes de capital (47,7%), categorías que incluyen productos de consumo durable.
La situación de las familias
Hace unos días, el diario Clarín público que el nivel de endeudamiento de las familias ascendía a 1,3 salarios. Buena parte de los twitteros libertarios cuestionaron, con razón, la mezcla de stock de deuda contra flujo salarial. También pusieron el ojo en la mirada crítica respecto del crédito, que sobrevolaba en la nota: el incremento de crédito es, en definitiva, demanda de dinero, por lo que endeudarse no está mal, per se, sino más bien lo contrario. Pero lo que sí es un problema es el nivel de incumplimientos, más aún cuando la deuda se tomó para gastos de la vida cotidiana como es pagar la luz o el gas. Desde octubre de 2024 a agosto de 2025 la irregularidad del crédito aumentó de manera ininterrumpida: trepó de 2,5% a 6,6%, alcanzando el nivel más alto desde 2008. Si se analiza por tipo de préstamo, las deudas en tarjetas de crédito —las que enfrentan las tasas de interés más elevadas— registraron un salto de mora del 1,9% al 6,7%, mientras que los préstamos personales alcanzaron un preocupante 8,2%.
El deterioro financiero de los hogares se traduce en un aumento sin precedentes de los cargos por incobrabilidad en los bancos privados, que en agosto alcanzaron un récord histórico de más de $500 mil millones. El valor, medido en términos reales, es 196% superior al del mismo mes del año anterior y refleja tanto el incremento del crédito otorgado como la fuerte suba de la morosidad de las familias.
Jubilaciones
En materia previsional, la situación de los jubilados muestra un marcado deterioro. El bono previsional se mantiene congelado en $70.000 desde marzo de 2024, y el Decreto 700/2025, publicado recientemente, prorrogó ese monto sin actualización. Si se hubiera ajustado al mismo ritmo que los haberes, el bono debería ubicarse en $169.890 en octubre, lo que implica una pérdida mensual de casi $100.000 para quienes perciben hasta dos mínimas. En el trimestre agosto-octubre de 2025, la jubilación mínima con bono se ubican 15,5% por debajo del último trimestre del gobierno anterior, mientras que las jubilaciones sin bono se ubican 1,3% por debajo. Pese a los discursos oficiales que hablan de una mejora, las cifras muestran un retroceso real.
La descripción realizada da marco a la elección del día de hoy. Los datos muestran una contundencia impresionante. Quizás ello explique por qué Milei se enojó tanto con un periodista afín al que le espetó “¿Cómo quiere que lo arregle?”. Esta noche tendremos una nueva oportunidad para analizar las razones del voto en la Argentina de Milei.

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