La flotilla humanitaria que navega hacia Gaza fue atacada con drones

Esta madrugada la Flotilla Global Sumud que se encuentra navegando en aguas internacionales al sur de Grecia, a más de mil kilómetros de la Franja de Gaza, recibió un ataque de al menos 12 drones. Los impactos cayeron cerca del barco “Estela y Manuel” capitaneado por el argentino Carlos “Cascote” Bértola quien es hijo de desaparecidos de la última dictadura militar. «Cascote», como le gusta que lo llamen debido a que el apodo fue acuñado por su padres durante el embarazo, milita en H.J.O.S La Plata y en la corriente Nuestra Patria; en diálogo con Página/12 explicó el incidente.

–¿Cómo fue el ataque?

–Durante la noche vimos luces en el cielo y reconocimos que eran drones por la experiencia acumulada ya que el barco de Greta (Thunberg) había recibido un ataque en el puerto de Túnez. Eran alrededor de 12 aeronaves y durante la madrugada recibimos un rociamiento con químicos, bolas incendiarias y explosivos. En el caso de los químicos estamos investigando pero aparentemente se trataría de sulfuro de hidrógeno que está clasificado como arma química. Es altamente inflamable y desprende un olor fuerte y letal en bajas concentraciones.

–¿Se registraron daños? ¿Hay heridos?

–Hasta el momento se han reportado daños en alguna de las embarcaciones, como incendio de velas y aparejos cortados por las explosiones. Por suerte no hubo heridos pero un dron quedó en la cubierta del Luna Bark sin detonar. Ante el riesgo de manipularlo y que explote, las embarcaciones Ohwayla, Amsterdam y Alma se aproximaron para hacer el trasbordo de las personas en riesgo e intentar neutralizar la situación.

–¿Cómo se vivió la situación en el “Estrella y Manuel”, el barco que capitaneás?

–Yo me encargo de comandar la navegación durante las noches y pude ver el impacto de al menos doce drones sobre las embarcaciones de la flotilla. A diferencia del dron incendiario de Túnez, esta vez estallaron con una intensidad considerable. En el Estrella y Manuel, un dron impactó a escasos dos metros, por lo cual todos los integrantes de la embarcación se encuentran en estado de alerta con chalecos salvavidas puestos. Todavía puedo ver en el cielo dos drones sobre nuestro recorrido.

–¿Cómo siguen con el objetivo humanitario de la Flotilla?

–Nosotros seguimos navegando hacia Gaza, llevando alimentos y medicamentos, y no pensamos detenernos. Sabemos a los peligros que nos exponemos porque la ferocidad de las Fuerzas de Defensa Israelí está a la luz de todos, hemos hecho cursos de no violencia para no responder a ninguna provocación, no venimos a hacer ninguna acción violenta. Venimos a entregar comidas en un convoy que es de ayuda humanitaria, así que todos esos protocolos están bien aceitados, incluso en el caso de que nos dejen llegar a Gaza para poder bajar toda la ayuda. Ojalá lo logremos. Las personalidades, los artistas de Hollywood, los periodistas que nos acompañan también son una parte clave de la visibilización de lo que hacemos y de todo lo que nos pase a nosotros en el mar.

–La causa de Gaza está recibiendo cada vez más muestras de solidaridad ¿Ustedes lo perciben?

–Sí, lo que se vivió en la partida de Barcelona con todo el acompañamiento de ese hermoso pueblo catalán fue increíble. Hay un despertar y una denuncia muy fuerte de lo que es un campo de concentración a cielo abierto. Que los bloqueen y no les dejen entrar alimentos en un lugar donde es muy difícil producirlos es tremendo, están matando a toda una población de hambre. No hay otra definición. Y encima todo siendo transmitido en vivo, intentan ocultarlo, pero la tecnología hace que esas imágenes recorran el mundo. Hoy la causa de Gaza es la causa de la humanidad toda. No defender a los palestinos cuando están asesinando a un pueblo entero es un límite y todos tenemos que alzar la voz, porque si ese límite es traspasado y no hay una reacción, los poderosos del mundo van a poder hacer eso con cualquier pueblo de planeta, cuando se les ocurra y estaríamos en un mundo espantoso, realmente espantoso.