18 de octubre de 2025

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Los bloques dialoguistas del Senado le dieron la espalda al sistema nuclear argentino

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La protección del sistema nuclear argentino deberá esperar. Los bloques dialoguistas y los senadores alineados con el nuevo espacio Provincias Unidas quisieron despegarse de la agenda que impulsa Unión por la Patria. Eso fue lo que hizo que  fracase la sesión en el Senado que se preveía esta semana para impedir la privatización de Nucleoeléctrica y para insistir con la redacción original de la modificación de la ley que regula el uso de los decretos presidenciales. A días de las elecciones, el oficialismo gana tiempo mientras peligra la continuidad de la empresa estatal estratégica que opera las tres centrales nucleares del país y aporta el 7 por ciento de la energía eléctrica al sistema nacional. El lobby norteamericano está detrás del desguace del sistema nuclear argentino.

“Lo que están haciendo con el sistema nuclear argentino es traición a la patria pura”, advirtió José Mayans durante la reunión plenaria de las comisiones de Minería, Energía y Combustibles, y de Ciencia y Tecnología del último miércoles. El jefe del bloque peronista, que ya daba por perdida la posibilidad de sesionar con estos temas antes de las elecciones, apuntó contra Damián Reidel, actual presidente de Nucleoeléctrica, por “hacer negocios inmobiliarios con un tema estratégico del país al servicio de políticas extranjeras”.

La denuncia se dio la misma semana en que Javier Milei viajó a Estados Unidos para reunirse con Donald Trump en busca de respaldo político y un nuevo salvataje económico para llegar con aire al 26 de octubre, y en la que se anunció una inversión tan rimbombante como dudosa: la firma de una carta de intención entre OpenAI y la empresa local Sur Energy para construir un mega datacenter en la Patagonia bajo el esquema del RIGI. Los datacenters que el Gobierno anuncia con bombos y platillos, mientras desfinancia proyectos estratégicos como el Cárem 25, son el eslabón más precario de la cadena tecnológica y el que más recursos —como energía y agua— demanda, sin generar empleo ni posibilidades de desarrollo a futuro.

Desde que el Gobierno pisó el acelerador para privatizar el 44 % de Nucleoeléctrica, Unión por la Patria busca declarar al sistema nuclear argentino como bien público estratégico y evitar su privatización. Para eso es clave el avance del proyecto que ya se presentó en el Congreso y que propone derogar el artículo 8 de la Ley de Bases, que habilitó la venta parcial de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA). Sin embargo, los bloques que habían prometido acompañamiento, como el radicalismo, le soltaron la mano. La campaña electoral y la expectativa que reabrió el nuevo acercamiento de la Casa Rosada a los bloques dialoguistas por exigencia de los Estados Unidos dejaron en suspenso viejos acuerdos. En los pasillos del Congreso volvió a escucharse la idea de “no subirse a la agenda del kirchnerismo”.

Así fue como los senadores ahora alineados con los gobernadores del nuevo espacio Provincias Unidas le dieron la espalda al sistema nuclear argentino y pegaron el faltazo al plenario de comisiones del último miércoles. El correntino Carlos “Camau” Espínola, por caso, prefirió asistir al acto en el que los mandatarios le brindaron apoyo al senador Martín Lousteau para competir en CABA. La presencia de Espínola era clave, porque al ser miembro de las dos comisiones su firma para conseguir dictamen valía por dos. Lo mismo corre para la mendocina Mariana Juri y la misionera Sonia Rojas Decut. El peronismo se quedó solo y sin quórum, escuchando a los especialistas Martín Iofrida, secretario general de la Asociación de Profesionales de la Comisión de Energía Atómica y la Actividad Nuclear, y Diego Hurtado, doctor en Física e investigador principal del CONICET. Sin dictamen y con la campaña en su recta final, se vuelve completamente inviable sesionar la semana próxima, explicaron desde Unión por la Patria a este diario.

El lobby de la Embajada

Así como el asesor sin firma Santiago Caputo logró reunir a Cristian Ritondo, Rodrigo de Loredo y Miguel Ángel Pichetto con el trumpista Barry Bennet, al menos dos gobernadores de Provincias Unidas mantuvieron encuentros reservados con los mismos emisarios. Triste coincidencia, días después, esos mismos mandatarios contribuyeron al vaciamiento del plenario de comisiones en el que se buscaba proteger a Nucleoeléctrica Argentina y frenar su privatización parcial.

Cerca de uno de los gobernadores contaron que Bennet se mostró particularmente interesado en “ver cómo funcionaba la oposición en el Congreso”, aunque también se habló de los recursos estratégicos que dependen de las provincias desde la reforma constitucional del 94. El asesor sin firma de la Casa Blanca no solo busca asegurar la sustentabilidad política de Javier Milei hasta 2027. Su lobby opera además para conseguir el compromiso de un trato preferencial de las provincias que administran recursos estratégicos como el litio, el uranio y las tierras raras, con multinacionales estadounidenses y en contra de la empresa china Huawei. El apoyo no es solo político por la simpatía que los republicanos sienten por Milei, sino que está directamente vinculado al esquema de negocios y saqueo que el libertario pueda garantizar.

Con la sesión del jueves caída, el Senado también perdió la oportunidad de insistir con la redacción original de la modificación de la Ley que regula los DNU. Desde el entorno de otro de los mandatarios de Provincias Unidas le quitaron peso al rol de la Embajada y explicaron: “Ningún gobernador que pretenda ser presidente va a ir en contra de la ley que le saca el poder de fuego de los DNU”.

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