27 de octubre de 2025

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Los mercados, de la mano de J. P. Morgan, salieron a bancar los resultados electorales

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Los mercados reaccionaron rápido. Apenas se conoció la victoria legislativa de La Libertad Avanza, el banco J.P. Morgan salió a pronosticar una fuerte baja del riesgo país, ese termómetro que mide la desconfianza global sobre la capacidad de pago argentina. Según el informe, el índice podría caer más de 440 puntos básicos, hasta los 650, una cifra que entusiasma a los operadores financieros, pero que poco dice sobre la economía real.

Desde Nueva York, la entidad interpretó el resultado electoral como una “sorpresa positiva” que consolidaría el poder político de Milei y reabriría una ventana para los bonos soberanos. Lo que no dijo el informe es que el “apoyo político” es, por ahora, más de los mercados que de los gobernadores o los sindicatos, y que la mejora proyectada se sostiene en una expectativa: la de un programa económico que todavía no existe.

Euforia de pantalla

En su lectura, J.P. Morgan asume que el Gobierno podría transitar hacia un “ciclo virtuoso” de disciplina fiscal y recomposición de reservas, una apuesta que suena más a deseo que a diagnóstico. El propio informe admite que el esquema cambiario actual “carece de flexibilidad ante shocks externos”, y que para acumular divisas será necesario algún tipo de ajuste. Traducido al lenguaje local: una nueva devaluación no está descartada.

Los analistas del banco sugieren que la victoria electoral podría abrir la puerta a un “respaldo adicional” de Estados Unidos, aunque sin detallar de qué manera. La promesa de “apoyo” de Washington aparece en cada informe desde que Milei asumió, pero hasta ahora no se tradujo en inversiones concretas.

El aplauso de la City, las dudas del país

En la City porteña, el optimismo es medido. “Los bonos suben, pero el país sigue sin dólares”, admiten algunos operadores. En otras palabras, los mercados festejan una foto política, no un cambio estructural. La economía continúa estancada, la inflación tiende al alza y la pobreza –aunque intenten dibujarla– supera el 50 por ciento.

J.P. Morgan habla de un “nuevo ciclo”. Pero el dato que importa no es cuántos puntos baje el riesgo país, sino cuántos argentinos pueden hoy pagar el alquiler o llenar la heladera. Ese riesgo, el del día a día, no cotiza en Wall Street.

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