“Milei tiene mi número, si necesita algo me va a llamar”, dijo Mauricio Macri al salir de votar. Fue una respuesta a medida de los desaires que le viene haciendo el presidente: el líder del PRO intenta ubicar a sus hombres en el gabinete; hasta ahora sin conseguirlo, pero sin aflojar en el esfuerzo.
Macri habló frente a las cámaras que lo esperaron en el colegio de Palermo donde le tocó sufragar. Allí hizo equilibrio entre la crítica a la gestión libertaria y nuevas declaraciones de su voluntad de “ayudar”. «Lo importante es tratar de poner sentido común a lo que está pasando, aportar algo. Espero que el gobierno emprenda la agenda de cambio que todo el mundo espera y que refuerce su equipo», planteó.
Tras ponerse a disposición, el ex presidente habló como quien se siente un aliado a largo plazo de La Libertad Avanza: “Espero que esta sea una elección pareja”, dijo, “que el mercado se calme y nos dé una oportunidad de que el gobierno plantee cambios en serio, en la dirección de una mayor gobernabilidad, mayor capacidad de gestión, que reforzaría los esfuerzos enormes que hizo para sacar a la Argentina de la crisis que había dejado el populismo irresponsable”.
Macri quería ubicar a Federico Pinedo como nuevo Canciller, pero Milei designó a Pablo Quirno, un economista sin experiencia en la diplomacia y relacionado estrechamente con el fondo de inversiones JP Morgan. Los otros candidatos de Macri para el gabinete son Jorge Triaca (en Trabajo) Guillermo Dietrich (en Transporte) y Luis Miguel Etchevehere (en Agricultura). Sin embargo, el dirigente del PRO aseguró que con Milei «no están hablando de ministros».
“Yo estoy a disposición para hablar estructuralmente de cómo se puede ayudar a generar gobernabilidad y aportar al cambio, pero no hemos hablado de ministros”. Por otra parte, consultado sobre cómo cree que van a reaccionar los mercados frente al resultado de la elección, sostuvo que espera «un lunes tranquilo».

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