25 de septiembre de 2025

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"No hay buenas ni malas víctimas: hay femicidios”

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“Muchos y muchas preguntaron por qué estamos acá en Plaza Flores, y es porque hay que situarnos en la raíz de la conflictividad. Estamos en Plaza Flores porque las compañeras transitaban este barrio”, dice Georgina Orellano, referente del Sindicato de Trabajadorxs Sexuales. La Plaza está repleta en una convocatoria que se produjo luego de que se hiciera público el triple femicidio de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutierrez. El llamado se transformó rápidamente en una marcha alrededor de la plaza en repudio al crimen y para visibilizar la violencia contra las mujeres pobres y las trabajadoras sexuales.

Esta movilización no fue la única: se repitió en decenas de puntos de encuentro en todo el país con ese gesto de movilizar la calle, una práctica que los feminismos tienen bien aprendida.

La rabia se trasladó inmediatamente a la movilización, en primer lugar, en la voz de las familias y amiga/os y después en la conmoción de una militancia feminista que al instante llamó a convocar y a visibilizar cuáles son las razones de este crimen aberrante.

“Trabajaban en este barrio y de este barrio fueron expulsadas; desde hace un año que las trabajadoras sexuales del barrio vienen siendo hostigadas por la policía y por un grupo de vecinos” dice Orellano y agrega: “No solo denuncian a las trabajadoras sexuales, sino también a los trabajadores ambulantes, a manteros y a manteras. Esto también es consecuencia de los proyectos de limpieza e higienización que tiene el gobierno de Jorge Macri”, dice.

“Tenemos que visibilizar cómo se ha intensificado la violencia hacia las mujeres desde que asumió Javier Milei y cómo se han intensificado los discursos de odio”, dice la referente del Movimiento Evita, Ornella Infante y destaca que esto es producto de la precarización laboral y la falta de reconocimiento a las trabajadoras sexuales: “En esta Plaza se hacían las primeras reuniones del sindicado AMMMAR (Asociación Argentina de Mujeres Meretrices) cuando recién comenzaban a organizarse las compañeras. Hoy, 30 años después, estamos en las calles con las mismas demandas”, dice en diálogo con Página/12.

“Parece mentira que después de todo lo que pasamos y frente a este triple femicidio, se ponga el foco en las víctimas”, dice la legisladora porteña Victoria Montenegro. “Por eso es importante estar en las calles y defender los nombres de las chicas y exigirnos como sociedad no naturalizar la muerte y la violencia. La deshumanización que se vio desde el primer momento cuando fueron encontradas, nos tienen que interpelar, no sólo como feministas sino como seres humanos”

El triple femicidio sucede en un momento en donde a la lucha feminista se le achaca la responsabilidad de “haberse pasado tres pueblos”. La respuesta en la calle fueron múltiples convocatorias que dejan una pregunta: ¿qué es pasarse tres pueblos?: “Pasarse muchos pueblos es la crueldad de un sistema que deshumaniza, es el crimen organizado que se asienta y se fortalece cuando no hay Estado”, dice Victoria Montenegro.

“¿Sabes por qué corren a la policía?, porque ellos son los responsables de que las maten”, comenta una vecina que se acerca a la movilización por el Metrobus de la calle Rivadavia y ve a la policía replegarse al intentar en vano evitar que se corte la calle. Mientras tanto, en redes sociales circula un pedido de fondos para costear los velorios de las chicas y espontáneamente se convoca una asamblea para llamar a una marcha federal.

“Las vidas de las personas pobres terminan siendo descartables”, dice Orellano. Pasaron ya varias horas desde que el inicio de la convocatoria y aún continúa el corte de calle y la insistencia con la que se canta: “Señor, señora, no sea indiferente, se matan a las pibas en la cara de la gente”.

“Para nosotras hablar de este triple femicidio es poner sobre la mesa la descomposición del tejido social. Es como vamos a intentar recomponer vidas que están totalmente arrasadas por la precariedad, vidas que están arrasadas por la desigualdad, por la falta de oportunidades y por el retiro del Estado”, concluye Orellano y confirma que acordaron el llamado a una marcha el 27 de septiembre de Plaza de Mayo a Congreso a las 16 horas con la consigna “No hay víctimas buenas ni malas, hay femicidios. Ninguna vida es descartable”.

Ya cuando quedaban un puñado de manifestantes , la policía reprimió y hubo al menos diez detenciones

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