28 de septiembre de 2025

Colinental

Toda la información al instante.

Soledad García: "Hay una esencia en Las Leonas que se pasó de generación en generación"

Compartir este contenido

Vive hace seis años en Río Cuarto y junto con su pareja están al frente del hockey en el club Urú Curé. También hace los comentarios para televisión en dupla con Mercedes Margalot en los partidos de Leonas y Leones. Fue parte de la gesta histórica con la Selección femenina en Sídney 2000 y estuvo en el equipo durante 12 años. Este martes se reinaugurará el Estadio Provincial Soledad García en el Polo Deportivo Kempes y habrá un evento especial que contará con la participación de Las Leonas. Página 12 sostuvo una charla profunda con Soledad García, la bicampeona del mundo y triple medallista olímpica.

–¿Cómo empezó tu amor por el hockey?

–Se transmitió familiarmente. Mis hermanas me llevan 6 y 9 años y empezaron a jugar en el Club Universitario de Córdoba donde crecí. En esa época era la mascota, las seguía para todos lados. Hoy lo encuentro como un estilo de vida, en cuanto a educación, valores, lo que te transmite en cuanto a lo humano. Que te vaya bien o mal, que tengas algunos fracasos y te tengas que levantar y seguir igual.

El pasado miércoles 24 de septiembre se cumplieron 25 años del partido en el que Las Leonas sellaron su marca histórica al ganarle a Países Bajos, entonces Holanda, por 3-1 y empezaron el camino hacia el primer podio de los seis que vendrían. García era muy joven en Sídney 2000 y recuerda: «Para mí fue como un viaje de egresados. No entendía la inmensidad de lo que era un Juego Olímpico y las más grandes eran las que se hacían responsables de esa presión. La pasé bárbaro, encima al ganar una medalla de plata, mejor todavía».

¿Qué significa para vos haber sido parte de todo esto?

–Es un privilegio, pasa el tiempo y decís que increíble que Las Leonas estén en el ranking número dos del mundo. Haber sido parte de ese momento histórico sigue siendo emocionante, movilizante. En ese momento mi mamá me decía que Córdoba estaba revolucionada, que la gente miraba todos los partidos, yo le decía que no me mintiera. Lo terminé de entender cuando salimos campeonas del mundo en Perth.

–De los últimos siete Juegos Olímpicos, Las Leonas se subieron a seis podios con una marca que ningún equipo argentino logró. 3 bronces en Atenas 2004, Beijing 2008 y París 2024 y tres medallas plateadas en Sídney 2000, Londres 2012 y Tokio 2020. ¿Cuál es la clave de esta vigencia?

–La clave fue entender y tomar como propio lo que nos transmitían los entrenadores en ese momento. Hay una esencia que no te la puedo explicar, es algo que uno siente cuando lleva la camiseta argentina. Llevarla en cualquier deporte es un orgullo, el respeto que eso merece, la disciplina y el compromiso que hay que tener. Nosotras no teníamos tantos recursos como otros países y lo tomábamos como algo positivo para hacernos mejores. La clave fue que esa esencia se pasó de generación a generación.

–Hablaste de la camiseta argentina, ¿cuál es la marca registrada del atleta argentino?

–Las Leonas son una ficha cantada de que les va a ir bien, pero hay un montón de deportes que no les pasa lo mismo que entrenan donde pueden y no tienen los materiales. A nosotras nos ha pasado de tener las canchas en malas condiciones y tener que entrenar igual. En Argentina lo que nos hace fuertes y nos potencia son todas las cosas negativas que nos suceden. Somos tan especiales que nos potenciamos en vez de tirarnos para abajo, en todos los deportes. Nos pasaba que veíamos que los otros equipos tenían 200 bochas Kookaburra, (NdeR: la única habilitada para jugar por la FIH con un valor actual de 16 dólares) y nosotras teníamos 15.

¿Qué diferencias viste cuando jugaste en el exterior?

–Me empezó a caer la ficha cuando jugué en Países Bajos. Estuve 9 temporadas allá. Un club tenía 100 Kookaburras y acá ni en el seleccionado teníamos eso. Ha cambiado mucho todo, pero había un cuidado humano distinto. Acá en Argentina te exprimen porque saben que van a sacar lo mejor de vos para después poder rendir bajo presión. Las Leonas son lo que son pero si las cuidaran más, imaginate lo que serían. No porque haya mala intención, pero es el país que tenemos. Podría ser mejor sí, pero así y todo seguimos siendo las mejores después de 25 años.

¿Qué esperás del evento del martes?

–La cancha se inauguró en 2012 y en ese momento yo ya no estaba en Las Leonas. Tuve sentimientos encontrados, fue un sabor agridulce. Lo que me gusta esta vez es que parte de la política deportiva entendió lo importante de que esté la infraestructura a la altura del hockey. Insistí bastante y fui perseverante para que la arreglaran. Estoy super contenta, me involucraron en la organización, voy a poder vivirlo de otra forma, lo estoy disfrutando mucho y a la vez me parece que cuando uno empieza a crecer y ve el pasado y lo que uno ha hecho, se disfruta y se valora más. Van a estar mis hijas, mi familia, mis amigas de toda la vida, las que me conocieron desde muy chicas, la gente que ha estado durante tantos años.

En la charla, García comentó que lo que más disfrutó del hockey fue jugar y que por eso lo sigue haciendo: “Me gusta entrar a la cancha, prepararme, todo el folklore, me pasaba lo mismo con el seleccionado, sentir mariposas en la boca del estómago, escuchar el himno. Me gustaba cuando las cosas salían bien, y cuando salían mal después de unos días también lo entendía».

¿Qué fue lo más duro que te tocó vivir en Las Leonas?

–El único momento que sentí que no fui cuidada fue cuando me sacaron del Seleccionado. Hoy mirando para atrás y cumpliendo un rol similar al que cumplen los entrenadores, tengo clarísimo lo que no quiero hacerle a otra persona, por lo que yo viví. Creo que hay formas sinceras, honestas, aunque duela, nunca sabés cuándo va a ser el último partido. Durante muchos meses, años estuve mal y me costó mucho poder hablar de esto. Ahora sé lo que no le quiero hacer a otro. Hubo una chance de volver pero no había certeza y no quería volver a correr el riesgo. Son cosas que en otros países no pasan.

¿Cómo te habías enterado de que estabas afuera?

–Estaba en Holanda jugando y me enteré por un mensaje. Cuando intenté hablar con esa persona me dio excusas como que era «muy seria» para entrenar. La comunicación es clave, pero pasó lo mismo con Delfi Merino. Ella estaba por entrenar con el protector bucal y las canilleras puestas y la sacaron, con Agustina Albertario entiendo que se sentaron con ella y le dieron explicaciones. Obviamente que a todos les va a doler porque todos queremos estar ahí.

El rasgo distintivo del equipo argentino más exitoso también fue contar con una psicóloga desde el comienzo. Nelly Giscafré fue la que trabajó junto con Sergio Vigil y todo el cuerpo técnico para aprovechar al máximo las cualidades de cada jugadora. “Lo que mejor hacía ella era potenciarnos y sacar nuestra mejor versión. En el peor momento que tuve fue cuando más me ayudó ella cuando me rompí los ligamentos cruzados. Lo que hacía Cacho era tratar de sacar lo mejor de cada una. Todas éramos sumamente importantes y nos potenciábamos ante la adversidad”, sentenció la goleadora que este martes vivirá una jornada inolvidable.

source

Compartir este contenido