Una mujer de 33 años fue asesinada de un balazo en la cabeza tras una discusión en su casa de la localidad bonaerense de Merlo y por el femicidio detuvieron a su pareja, quien en un principio denunció que se había tratado de un suicidio.
También fue detenido por este hecho un amigo del acusado, por presuntamente intentar esconder el arma homicida, informaron este sábado fuentes judiciales y policiales.
El hecho ocurrió este viernes, alrededor de las 17, en una casa ubicada en la calle Amado Nervo al 3400, en el barrio Matera de dicha localidad del partido homónimo de la zona oeste del Gran Buenos Aires, en donde residía la víctima, identificada por la Justicia como Tamara Soledad Gómez, madre de cuatro hijos.
Voceros judiciales y policiales informaron a Télam que efectivos de la subcomisaría de Matera acudieron al lugar tras recibir un alerta en el teléfono de emergencias 911, acerca de un presunto suicidio y entrevistaron a la pareja de Gómez, al que identificaron como Matías Esteban Romero (28).
Al lugar del hecho también acudió la fiscal Marina Rueda, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 11 especializada en Violencia Familiar y de Género del Departamento Judicial de Morón, quien constató la presencia del cuerpo de Gómez, tendido en el suelo con una herida de arma de fuego en la cabeza.
Sin embargo, a la fiscal le llamó la atención que el pistolón calibre 12.70, con el que se habría efectuado el disparo la víctima, no estaba al lado del cadáver, sino que estaba en poder de un amigo de la pareja.
A su vez, la fiscal Rueda obtuvo el testimonio de un familiar de Gómez, a quien una de sus hijas le dijo: “Matu mató a mamá”, informaron fuentes judiciales.
A raíz de ello, la representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) dispuso de inmediato la aprehensión de Romero como principal sospechoso del femicidio, y de Ignacio Bravo, amigo de Romero, por el delito de “encubrimiento”.
De acuerdo a los testimonios relevados, la fiscal estableció que el femicidio se produjo en el marco de una discusión entre Gómez y Romero, quienes convivían desde hace un año.
Según las fuentes consultadas, las peleas entre ambos eran constantes, ya que el joven le recriminaba a la mujer que siguiera hablando con su expareja, quien es el padre de sus cuatro hijos.
Fue entonces que, en determinado momento de la discusión, Romero extrajo un pistolón y le efectuó un disparo a corta distancia a Gómez, quien falleció prácticamente en el acto.
En la escena del crimen trabajaron peritos de la Policía Científica, quienes secuestraron la presunta arma homicida y estupefacientes, que se investiga si eran para consumo personal o para comercializar al menudeo.
Los investigadores peritarán próximamente el arma de fuego con el objetivo de establecer si efectivamente fue utilizada para cometer el femicidio de Gómez, entre otras medidas dispuestas por la titular de la UFI 11.
Romero se negó a declarar y seguirá detenido por el delito de «homicidio calificado por ser la víctima una mujer con quien ha tenido una relación de pareja con violencia de género, cometido mediante arma de fuego y portación ilegal de arma de guerra».
En tanto, Bravo tampoco dio su versión de los hechos y también seguirá preso acusado de «encubrimiento agravado por ser el hecho precedente un delito especialmente grave».
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